BEIJING (AP) -- En momentos de una veloz baja de su influencia en Estados Unidos, el presidente Barack Obama ha puesto la mira en China, la primera escala de una gira por tres naciones en la que pondrá a prueba su capacidad de liderazgo en el escenario mundial en sus últimos dos años en el cargo.
El mandatario, que alguna vez tuvo la imagen de superastro
global, llegó el lunes a Beijing en circunstancias totalmente distintas; sus
días de mayor poder han quedado atrás. En Estados Unidos, los republicanos continúan regocijándose
de haber derrotado abrumadoramente a los demócratas en las elecciones
legislativas del 4 de noviembre y haberlos relegado a minoría en ambas cámaras
del Congreso. Los colegas del presidente en Asia y Oceanía con seguridad están
al tanto de los acontecimientos.
A su llegada a la capital china, Obama descendió del avión
presidencial y caminó por una alfombra roja, donde lo recibió una guardia de
honor militar. Obama saludó a funcionarios chinos antes de subir a una limosina
que lo esperaba en el lugar.
El presidente tiene previsto pronunciar el lunes un discurso
sobre las relaciones de Estados Unidos con Asia durante una cumbre de alto nivel
del foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico.
También asistirá a un almuerzo con importantes gobernantes
asiáticos antes de un espectáculo que incluirá fuegos artificiales en el Centro
Acuático Nacional de Beijing.
Durante su visita de tres días en China, Obama también se
reunirá con el presidente chino Xi Jinping. Los gobernantes de las dos economías
más grandes del mundo darán una conferencia de prensa antes de finalizar la
visita, el miércoles, y Obama se dirija a Mianmar.
La gira es una de las últimas oportunidades de Obama para
hacer efectivo su propósito de ampliar la influencia de Estados Unidos en Asia.
En China, Mianmar y Australia, los gobernantes serán quienes dictaminen si las
encomiables ambiciones de Obama en la región de Asia-Pacífico se han desviado
debido a las enconadas crisis en Europa Oriental, Africa y el Medio Oriente.
"Esta va a ser una gira difícil para el presidente", declaró
Ernest Bower, experto en temas de Asia en el Centro de Estudios Estratégicos e
Internacionales en Washington. Afirmó que los gobernantes asiáticos analizan la gira de
Obama con una interrogante principal: ¿Quién es Barack Obama después de las
elecciones legislativas? "Intentarán discernir si (Obama) está comprometido y si
tiene el capital político para seguir hasta el final", dijo Bower.
Incluso antes de las elecciones, el compromiso de Obama con
la región y su capacidad para aumentar la influencia de Estados Unidos estaba en
duda en muchas capitales.
Los aliados de Estados Unidos como Japón y Corea del Sur han
exigido una mayor presencia estadounidense, en parte para contrarrestar el peso
cada vez mayor de China.
Sin embargo, la operación de Obama contra el grupo Estado
Islámico y la respuesta de su gobierno contra el ébola han desviado recursos
militares y financieros hacia otras latitudes.
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Josh Lederman está en Twitter en http://twitter.com/joshledermanAP
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