Esta es una bella historia de amistad y lealtad. Para los amantes de los animales y los no tanto que piensan que no son capaces de sentir amor o dolor, aqui les va esta conmovedora historia de este pastor alemán en Argentina.
Villa Carlos Paz (Argentina). Capitán es un perro mestizo, con algo de ovejero alemán y otro “de mezcla”.
Llegó a la casa de Damián Guzmán (13), en Villa Carlos Paz, a mediados de 2005
como un regalo sorpresa de su padre, Miguel. A Verónica Moreno (52), la madre de Damián, el
obsequio no le agradó tanto, porque significaba más trabajo en la casa. Una
historia más, de tantas similares. Aunque otra, muy especial, empezó el 24 de
marzo de 2006, cuando Miguel murió.
Pasaron los días y nadie notó la ausencia de
Capitán. Había dejado la casa, como Miguel.
Al tiempo volvió, olfateó cada rincón y se fue. “Se
quedó un tiempo viviendo afuera, a unos metros, a mitad de cuadra de la casa”,
cuenta Verónica.
Después el perro desapareció. Lo pensaron muerto, o
adoptado por otra familia. “Hasta que un día, cuando fuimos con mi hijo al
cementerio, lo encontramos ahí. Damián comenzó a gritar que era Capitán y el
perro se nos acercó ladrando, como si llorara”, expresa con emoción
Verónica.
Pero al regresar, Capitán no los siguió, aunque lo
llamaban. Se quedó en el cementerio, se quedó con Miguel.
Lo que sorprende a quienes conocen la historia es
que Miguel murió en el hospital de Carlos Paz y su cuerpo fue trasladado desde
allí a una casa velatoria, muy lejos de su vivienda. Según el relato de la
familia, ni ese día ni ningún otro el perro los siguió hasta el cementerio. “El domingo siguiente volvimos a visitar la tumba de
Miguel y el perro estaba ahí. Esa vez nos siguió, en el regreso, porque habíamos
ido caminando. Se quedó un rato con nosotros en casa pero después volvió al
cementerio”, relata Verónica. Hasta hoy, el cementerio es el hogar de
Capitán. Marta vende flores allí y asegura que el perro llegó
en enero de 2007. “Tenía una pata delantera quebrada. Llamamos al veterinario,
le dimos antiinflamatorios y los chicos le entablillaron la pata. Se ha hecho
querer y come lo que le damos”, afirma.“Se ve que quería mucho a su amo, hace muchos años
que está acá. Va a su casa, pero vuelve. Muchas veces lo quisieron llevar pero
se viene para acá”, asevera Marta.
Emoción generalizada. Verónica, que no estaba
encariñada con el animal cuando vivía en su casa, admite que ahora le produce
mucha emoción verlo. “Todos me dicen que es una gran historia. Yo creo en la
fidelidad del perro. Pero ahora lo veo con mucho más afecto. Me da mucha
ternura. Nunca lo voy a comparar con mi esposo pero siento que él está con mi
marido”, expresa.
Una madrugada, Capitán llegó a la casa alrededor de
las 4. “Había familiares y uno de ellos me avisó que tocaban la puerta. Cuando
salí, lo vi. Entró, se quedó un rato pero después quiso irse”, cuenta
Verónica.
Damián tiene ahora 13 años y es el otro dueño del
perro. “Cuando lo trajimos era chiquito. Yo también era chico y me encontré con
la sorpresa de que mi papá había traído ese regalo”, relata. “Lo quise traer a
casa varias veces pero él se vuelve al cementerio. Si quiere estar ahí, me
parece bien que se quede: está cuidando a mi papá”, acota el pibe.
“Eso no es todo”. Héctor Baccega es el
director del Cementerio municipal de Villa Carlos Paz. Sabe y confirma cada
detalle de esta historia, pero agrega un elemento que suma otro punto de
asombro: “El perro apareció acá solo y dio vueltas por todo el cementerio, hasta
que llegó también solo a la tumba de su dueño. No lo llevó nadie hasta ahí. Y
eso no es todo: cada día, a las seis de la tarde, va y se acuesta frente a esa
tumba”, precisa. “Capitán recorre el cementerio conmigo todos los
días. Pero cuando llega esa hora se va para el fondo, donde está la tumba de su
amo”, cuenta Baccega, antes de arrimar una reflexión: “Nos da una lección. Creo
que los humanos tendríamos que apreciar más los recuerdos de los que se nos van.
Los animales nos enseñan tanta fidelidad”.Baccega cuenta que llevó a su casa a un hijo de
Capitán, con la ilusión de que sea tan pero tan fiel como su padre.
Historias caninas paralelas
La vida de Hachiko, llevada al cine. Los
paralelos entre la historia de Capitán y la de Hachiko, el perro japonés que se
quedó esperando a su amo muerto en una estación de trenes, son impactantes. La
vida de Hachiko fue llevada al cine, con un filme protagonizado por el actor
Richard Gere. El perro acompañaba cada día a su dueño a la estación de trenes Shibuya,
en Japón. El hombre murió pero Hachiko se quedó esperándolo en esa estación
durante años todos los dias a la 5p. La historia causó tanta conmoción en Japón que, además de ofrecer
un guión para el cine, se expone su cuerpo disecado en un museo.
HACHIKO EN LA PELICULA DE CACHORRO |
RICHARD GERE (EL ACTOR) CON LA ESTATUA DE HACHIKO EN JAPON |
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