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Saturday, September 8, 2012

Mujeres: aborto, respeto y una con pantalones






Decir lo que pensamos como mujeres, sin importar cuál es la tendencia política que dicte nuestros corazones y actos, tiene un valor único. Lo que hizo Sandra Fluke en la Convención Nacional Demócrata, este miércoles, alienta a las mujeres a no callarse aunque le lluevan los opositores.

Sandra Fluke, abogada y activista de derechos de la mujer de 31 años de edad, saltó al conocimiento público en febrero de este año, cuando fue invitada por miembros demócratas del Congreso a participar en un debate parlamentario sobre las excepciones y permisos especiales convenidos a instituciones religiosas en el campo del cuidado médico, específicamente en lo relativo a la anticoncepción. Los republicanos se negaron a dejarle participar en el debate, en el que finalmente no tomó parte ni una sola mujer.


¿Por qué dejamos que definan la violación sexual en términos políticos? ¿Acaso nos encaminamos a que identifiquen las víctimas de una violación sexual dependiendo de la violencia física o verbal de sus parejas?
¿Cómo un hombre como Todd Akin, todo un candidato republicano a senador, puede intentar establecer el término "violación legítima" y, encima, asegurar que las mujeres víctimas de estas circunstancias difícilmente puedan embarazarse?

Sandra Fluke llegó hasta la Convención Demócrata para exponer varios derechos, que en nuestras condiciones de mujeres podemos ejercer, y que se resume en sencillas palabras, en que somos nosotras las que podemos decidir sobre nuestros cuerpos. Así de simple.


Pero por sus convicciones, ha tenido que soportar que uno de los periodistas con más influencia en el ala conservadora de la política estadounidense: Rush Limbaugh, le diga prostituta en su cara. Limbaugh transmite su programa radial "The Rush Limbaugh Show", diariamente desde 1988.

Este hombre o imbecil fue capaz de decirle que ella practicaba tanto sexo que no tenía dinero para comprarse anticonceptivos, y que si la cuestión era que los contribuyentes tendrían que pagar impuestos para que ella los pudiera comprar, entonces mejor era que publicara algunos de sus videos sexuales en Internet.

¿Cómo se le puede llamar a esta postura?: ¿machismo? ¿imbecilidad? ¿ausencia total de caballerosidad? ¿carencia del más mínimo respeto a una mujer?

Para lo que sí sirvió la desacertada actitud de este hombre quien tiene un micrófono en la mano y lo usa de forma muy irresponsible, fue para que republicanos y demócratas censuraran su postura tan deplorable en la forma de tratar a una mujer, que en este caso se llama Sandra Fluke pero que puede ser cualquier otra.

Articulo por Hirania Luzardo
Senior Editor de HuffPost

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