VIENA (AP) -- Estados Unidos y Alemania guardaron la compostura sobre un altercado por espionaje, acentuando el domingo la importancia de su cooperación para resolver varias crisis globales, pero ofreciendo pocos indicios de que ya arreglaron completamente sus disputas.
Después de una reunión paralela a las negociaciones
nucleares en Viena, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter
Steinmeier, y el secretario estadounidense de Estado, John Kerry, exaltaron el
valor del trabajo conjunto entre los dos aliados de la OTAN en asuntos como Irán
y la violencia entre israelíes y palestinos.
Steinmeier se refirió directamente al momento difícil en la
sociedad entre la nación europea y la norteamericana, sin mencionar
explícitamente los reportes de dos funcionarios del gobierno alemán reclutados
por las agencias de inteligencia estadounidenses. Las acusaciones sacudieron las
relaciones después de revelaciones sobre espionaje generalizado de Estados
Unidos en Alemania.
"Las relaciones entre Alemania y Estados Unidos son
necesarias e indispensables, y eso es para ambas partes", dijo Steinmeier a
reporteros en alemán. No obstante, admitió las recientes "dificultades" e instó
a que las relaciones "revivan con base en confianza y respeto mutuo".
Kerry dijo que sus conversaciones fueron sobre Irán, Irak y
la violencia en Medio Oriente, a donde viajará Steinmeier el lunes.
"La relación entre Estados Unidos y Alemania es estratégica
y es una operación política enorme", dijo Kerry. "Somos grandes amigos; y
continuaremos trabajando juntos con el tipo de ánimo que exhibimos hoy".
Kerry, se armó de valor y habló su mejor alemán, luego deseo
buena suerte a Alemania en la final de la Copa Mundial de fútbol contra
Argentina, que se juega el domingo. Pero no mencionó, ni siquiera
indirectamente, los problemas entre las dos naciones por espionaje.
La consecuencia más significativa de los reportes de
espionaje fue la exigencia, hace tres días, de que el director de la CIA en
Berlín saliera del país.
Ello ocurrió después de reportes durante las últimas dos
semanas de que agentes de inteligencia de Estados Unidos reclutaron a dos
alemanes: un hombre que trabajaba en la agencia de inteligencia del país y un
empleado del Ministerio de Defensa.
Esos reportes se sumaron a la creciente fricción y
frustración del año pasado desde que información filtrada por el ex analista de
la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden sugirió que existió intercepción
de traficó de información en internet en Alemania por parte de Estados Unidos,
así como la escucha ilegal de llamadas del teléfono celular de la canciller
alemana Angela Merkel.
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